Una enfermedad estúpida, a la que la ciencia no sabe poner freno, se llevó a mi amiga Fina. Una barquita como esta cogió el sábado 27 de Noviembre en Coníl y se fue a dar un largo paseo. Ella sola, sin compañía, como se dan los buenos paseos. Y nos dejó solos y tristes. Y nos dejó distintos. Desde ese día no somos los mismos. Pero este paseo lo hago yo sola, dijo. Cuídense. Cuiden de mi niño.