Como me gusta el mar
me gusta la sal
o como la sal
tiene agua
bebo mar
y así en mis
venas cansadas
se aglutinan los
grumos
de un espeso
sentido de las aguas
donde flota
dentro de mi
la eternidad de
las cosas que no puedo
navegar
y así fue
como un día
aparecí ahogado
en una playa
junto a los
restos
de un barco
que vino a rescatarme.
Yo fui un madero
mascaron de proa
en la noche
marina.