tenía paladar
ternura blanda
casi una risa eufórica
se fue despojando
de su piel
a la luz
como la arena blanca
donde la playa
era
nos buscaron
pero no supieron
los seres humanos
entre tantas huellas
de sudor y sal
rastrear
nuestro beso.
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-