La foto de Ján Hronský se la "robé" al blog "Destrenzándome", el cual aceptó el "robo". A cambio yo dejé allí parte de estos versos. Y la babosa mutó en caracol. |
RESUMEN DE UNAS PALABRAS TALLADAS
EN UNAS TABLAS DE PIEDRA.
I
El caracol que anduvo arrastrándose desnudo
toda la noche
dejó reliquias de semen por la alcoba,
un collar de estrellas en tu piel,
un periplo de natas y rescoldos
de éxodo y saliva.
Su baba lubricó nuestro amor lo suficiente
y amarnos nos fue fácil.
Te quise como se quiere
cuando se quiere siempre.
Un perdón inútil y un tú lo sabes
no me abandones,
ayúdame en los trámites.
Y un hasta luego
repíteme aquel beso
que quiso ser solemne.
La baba se secó y ya me has olvidado.
El caracol jamás ha vuelto.
II
Fue mucho después de haber amado al caracol
cuando ella se dio cuenta de que nunca podría recuperar
el sentido blando y lechoso del esperma
su pegajosa temperatura;
el rastro de baba que dejó el gasterópodo en sus labios
la encadenó a la miga blanca humedecida en leche
y en su memoria no hubo sitio para amantes
aunque fuesen hombres con pene de lombriz.