martes, 17 de diciembre de 2013

El poeta a su musa

A la playa de mi niñez,
inmensa antesala
de un mar interno

¡DAME UN VERSO,
DAME UN VERSO!
ESTÁS CONDENADA
A PRONUNCIARME.


83 seguidores

Estos ochenta y tres seguidores que tengo
qué buscarán
a quién de mí persiguen
del que no soy consciente.
Tener un yo de mí que ellos siguen
me produce inquietud,
ya me gustaría conocer,
¡¡cómo no!!
a ese que no conozco
y que también está en mí.
¡¡Caray!! sería un placer estrecharle el abrazo
al que no existe en mí. O sí.
Meter mi brazo abierto en su mano cerrada.
Se proyecta para crear.
Caray!! enfrentarse a un espejo
con síndrome de Zelig.