Yo era optimista como una modista
Yo era optimista como una pradera en flor
Yo que era un ser invencible sin miedo al apostrofe
me oculté en camisas de anchas mangas
y cuello profundo dónde se ahogaban los forasteros
A nadie di pie ni señas apagué el fuego
Yo optimista como un gusano
capaz de ser pupa bajo los aguaceros
repté a mariposa
volé
fui de nuevo alevilla resucité
junto a los bordes desordenados de los lagos
Sobre una página de barro y luna
inicié un vuelo sin rumbo
Torpe fui nómada
como los ojos malvas y solos
de los caminantes.
1 comentario:
Me encantan las flores del almendro, me encantan me encantan y también me encanta este poema "japonés" de Tomás Rivero
"La hora más recta es cuando la almendra brota de su reacia dureza y traspone tu soledad"
René Char
un beso lunático
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