Presa de un halito
un vaho
separé primero
tu carne de mi cuerpo
y luego
mi nombre
entró en tus venas
cálido
como un secreto antiguo
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ni un millón de años serán capaces de apartar de mí
tu nombre
lo llevo azul o templado entre mis dedos y mi lengua
perdonado y uncido
como una dulce venda
atándome
a tu corazón
que tiembla
estremecido
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3 comentarios:
Yo quiero que me amen así,me encanta esa poesía.Besos al poeta y a usted señor Tomás también.
Gracias Loli. Todos queremos.
Yo también te quiero Tomás.Besos.
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