Antes y después del poema.
Antes y después del poema.
Antes
y después.
Antes del poema
lo que había era un posible después.
Y que sólo después del poema fue alargándose
extendiéndose como la pregunta más difícil
que tendría que hacerse
el poema si después de él
el antes no significó absolutamente nada.
Lo que dejó el poema
lento macerándose como un después
de nosotros
siempre fue ese antes.
Antes y después de nosotros
de nosotros
siempre.
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| Antes |
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| Después |
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| Antes |
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| Después |
6 comentarios:
Ya te has olvidado otra vez de regar las margaritas y han acabado muy quemadas.
El germen que se nutre de ti y que te nutre a ti, nutrirá a los que vengan después.
La clave es el sol y el agua, los nutrientes de la tierra.
Míralo por el lado positivo, quizás en tu pájaro nocturno anidará una generación de aves que vuelen.
Un beso.
Siempre lo miro por el lado positivo, como tú dices.
Quizás no, seguro que anidaran otros pájaros. La muerte de esas margaritas tiene ese sentido necesario para entender la vida, el antes y el después: que siempre tuvo un antes.
Ah!, no se me olvidó regar las margaritas. Es otro sentido de la belleza que tienen terceras personas.
Es increíble esa clave sol agua, agua sol; esa tierra nutrida.
Un beso.
te equivocas en ese quizás, en ese quizás no
si siempre miras el lado positivo aquí tu lado positivo ¿te dice que seguro que anidarán otros pájaros?
si el quizás siembra la duda, la connotación no es la misma si dices quizás sí que quizás no
y te equivocas porque que se nutran de tu germen los que vienen después no depende de ti
un beso
Mi quizás no siembra duda, mi quizás niega la duda. Afirmo que seguro que anidarán otros pájaros.
Cuando algo no depende de mi voluntad, no de depende de mi voluntad para bien y para mal. De esta manera se alimentarán de mi germen porque no depende de mí.
Mas no sé dónde radica la diferencia. Teniendo en cuenta la secuencia, dónde la flor muerta es el inicio de otro principio.
Besos.
¡qué derroche!
he necesitado 5 reglones para equivocarme en todo
un beso
De todas las maneras te tuve que leer cinco veces...
Un beso derrochadora.
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