El poeta abrió con la punta del lápiz la página en blanco
y sobre aquella luz que se derramó sobre la mesa
introdujo las manos y los ojos,
tocó los bordes del abecedario
y nadó en un mar de letras líquidas.
Vio que en su fondo
dos émbolos de oro movían un carrete de plata
y nadó en un mar de letras líquidas.
Vio que en su fondo
dos émbolos de oro movían un carrete de plata
y siguió con las yemas de los dedos un hilo de seda
que le llevó hasta una esfera de acero,
5 comentarios:
Que grande eres poeta, y la foto es ideal, casi puedo ver mi piedra. Besos.
Besos, Loli.
Me ha gustado
Casi he nadado
Besos
Pues el agua está fría de narices...
Besos, Eva.
Jajaja supongo ....
:)
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