miércoles, 8 de junio de 2022

Primavera fría

De dos en dos. A dos lenguas
y enredados de mejillas, lamo tu pelo
que huele a pájaro mojado bajo la lluvia.
De dos en dos. A dos brazos,
mimbre tensando mi avellana,
la dejo sobre el plato.
Rozo la piedra y con sus dientes
me abro la boca,
dos a dos. Como de la tuya,
y hueles a vuelo, y ya no estás.
Trago mi lengua, no hablo.
Lamo tu silencio,
y rompo la cáscara oscura del fruto seco.
He puesto primavera sobre la mesa,
sobre el mantel de comer los dos.
No hay nada hambriento sobre los platos,
sólo mi avellana abierta,
de dos en dos, sus dos mitades
como bultos insignificantes de la carne,
ruedan como fiel alimento sobre el cristal.
Mojas con saliva tu mitad,
a dos lenguas,
y en el fondo del plato dos lágrimas.

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