martes, 14 de diciembre de 2010

cinamomos

En medio de esta luz nadie pasea,
los solitarios ponen crespones negros
dudan de tener otro pecho enamorado
al alcance del dolor del miedo o la ternura
y se trasladan a tocar con la lengua
las alas de polvo de las mariposas
muertas en su vuelo nupcial de primavera.

En medio de esta luz que es ciega y ligera
cárdena la sombra vengativa
pone al azulado hombre común
a jugar con la noche
a exigirle que busque
entre sus prójimos desechos
una lúdica amante con besos de oxígeno
caliente y vengativa
que le salven del horror y del silencio.

2 comentarios:

Carmen dijo...

los besos buenos tienen un idioma propio, universal (no conoce fronteras) y único (no hay dos besos iguales)

salvan del silencio y del horror del hambre y del frío

entre cinamomos y cielos busco un amante lúdico que me salve del naufragio

Tomás Rivero dijo...

Este poeta está medio jubilado, dejó los barcos aparcados, echó amarres. Pirata oxidado, con artrosis, hago versos con la próstata..para que funcione el engranaje y acudo a clases de natación. ¡¡Náufragos, ya voy!!