Subo desde lejanas tierras
donde los ríos corren
casi estancos
hasta la piedra más occidental o más ocaso
y desde ella mi corazón echa alas
llega hasta tu falda
organiza pequeñitos zurcidos con hilo y con dolor
sube y te alcanza donde las hebras son de escarcha
y con seda de tu carne y dedos de mi alma
organiza diminutos entramados
enredadera o hiedra que te escala
penetra en tu elemental vigor
te eleva
te regresa
hasta la piedra más occidental o más ocaso
donde mi corazón yace dormido o quieto
agradecido sueño
entretenido aliento.
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