Sobre blanco y rojo ciñéndose al jabón
ella va dejando espumas que purifican el dolor
descubriendo su sangre
lava
mirando el público derrame
del notorio amor celebrado
ya sólo agua clara
en rosa deslizándose.
Higienizada la afrenta
en agua que se acaba
él
solo
descansa.
3 comentarios:
(((((Creo que nadie se dio cuenta del trabajito que me costó hacer esta foto, metiéndole la cámara bajo las faldas al ciclamen)))))
Sí, yo sí me di cuenta.
Y de la impresionante belleza de este poema que me conmovió cuando lo leí.
Un beso
Es que tú, Sofía, eres muy benevolente con mis poemas, y a todos les encuentras algo hermoso.
Un beso
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