sábado, 19 de mayo de 2012

Rojo en tránsito

Ando jodido pero formo parte de la trama
que mantiene en pie a este país.
Pero como y bebo voy contento
me repongo en refrescantes balnearios
y tomo burbujas que van dentro
de exquisitos refrescos caros.
Ando jodido pero fumo me contoneo
voy erguido tengo aristas herido sigo
no lo duden no me dieron las balas
marcho marcho
incluso vuelvo la cabeza
si a mi nombre lo apuntan con un rifle
un lápiz o un dedo acusador
aún se puede esperar algo de mí
una larga temporada en el infierno con Rimbaud
por ejemplo.
Es constante el dolor pero sonrío
cuesta sangre ser feliz
sigo sigo no lo duden digo sí
no vale la pena me aconsejó el hijo novecientos nueve
de la democracia tránsita.

10 comentarios:

VICTOR VERGARA dijo...

En realidad, siempre está pasando todo y nunca pasa nada. Es una espiral que regresa siempre por los mismos lugares pero de distinta forma, sin morderse nunca la cola.

En vivir intensamente -y mejor, desapegadamente- esa espiral está lo interesante. Y vivirla, no como una condena, sino como un juego cálido.

Avanzamos. Las espirales siempre se a van alejando del centro -irremediablemente-, aunque los efectos ópticos nos engañen.

Disfruta de ese mar que a mi me falta. Aunque -la verdad- no sé que haría con tanto mar, jjj Mis necesidades son tan parcas...
Buen finde.

Buen poema, también, claro.

Isolda Wagner dijo...

Me apunto; es como si mi mano fuera de la tuya transitando por el camino rojo de la decadencia. Es un enorme poema, Tomás y transmite el dolor que supongo, has sentido al escribirlo. Seguiremos, jodidos, pero ahí, mientras podamos.
Besos rojos, del rojo que prefieras o de todos ellos.

VICTOR VERGARA dijo...

El rojo siempre tiene que estar en tránsito, no debe estancarse nunca. Cuando se para, se coagula y se pone negro, caput, finish, the end :)

Un saludo

TOMÁS RIVERO dijo...

"En realidad, siempre está pasando todo y nunca pasa nada."

"..vivir intensamente -y mejor, desapegadamente- en esa espiral está lo interesante."

"Las espirales siempre se van alejando del centro -irremediablemente-,.."

Te noto disperso-filósofo, Victor.

TOMÁS RIVERO dijo...

La verdad que mucho dolor no siento cuando escribo un poema, independientemente del tema que trate. Más que dolor, sudor y constancia y algo de ruido en la punta de la lengua. Escribir ya es de por sí un gran calmante.

Seguiremos en la brecha, Isolda. Sin duda.

Besos rojos y camino.

TOMÁS RIVERO dijo...

Victor, el rojo tiene que estar en tránsito. Yo de momento transito.

Saludos.

Unknown dijo...

Me parece que unos cuantos nos identificamos con ese tránsito, de todos modos pocos destinos se me antojan más interesantes que esa larga temporada en el infierno con Rimbaud (un verso genial, por cierto).
Aplausos, Tomás, por este poema.

Un abrazo.

VICTOR VERGARA dijo...

jajaja, disperso rotundamente si, filósofo rotundamente no. A veces lo que parece Filosofía son rodeos para no decir en dos palabras lo que se quiere decir, en definitiva, poca cosa.

Un abrazo

Tomás Rivero dijo...

Ramón creo contigo que, efectivamente, el mejor destino es una larga temporada en el infierno con Rimbaud.

Gracias por tus palabras y por tu aplauso.

Un abrazo, Ramón.

Tomás Rivero dijo...

Victor, no te andes por las ramas que luego la filosofía nos mira mal. Y no te digo si damos rodeos.

Venga, un abrazo.