El ácido azul de las antenas
o los arcos triviales
primorosos
de los patios traseros.
El sueño como un arco de plata
tensado por dioses perdidos
bajo selvas sumidas
en los hielos eternos,
o cuando el hombre
sabe que a sus espaldas
se fragua una rendición sin piedad
ni condiciones.
Otro horror blanco y burgués
acogiéndose a la belleza fría
de pérgolas
y azuladas glicinias.
La persistencia de la obsesión
equiparable a ese inolvidable beso frío,
a la caída de la tarde
bajo el perfume que exhalan
los últimos cedros tristes.
Y nosotros presenciando la escena
con los párpados ciegos e inútiles,
tras bambalinas bellas
que nos protegían del miedo.
o los arcos triviales
primorosos
de los patios traseros.
El sueño como un arco de plata
tensado por dioses perdidos
bajo selvas sumidas
en los hielos eternos,
o cuando el hombre
sabe que a sus espaldas
se fragua una rendición sin piedad
ni condiciones.
Otro horror blanco y burgués
acogiéndose a la belleza fría
de pérgolas
y azuladas glicinias.
La persistencia de la obsesión
equiparable a ese inolvidable beso frío,
a la caída de la tarde
bajo el perfume que exhalan
los últimos cedros tristes.
Y nosotros presenciando la escena
con los párpados ciegos e inútiles,
tras bambalinas bellas
que nos protegían del miedo.
The Durrutti Column: Without Mercy
4 comentarios:
No se si el dolor será republicano lo que si se es que es esclavo de algo o de alguien. Un ......como se llama eso ....a sí, un beso.
Un beso, esclava.
Lo de esclava está muy bien puesto.
Es la segunda vez que respondes a una respuesta mía...
No te mortifiques, victima.
Besos.
Publicar un comentario