el desigual y el deseado
casi único o las masas
yo el pobre hombre de ruedas melancólicas
que giran en el alma torbellino que no tengo
evocador de pinceles y de óleos
que pintan en el lienzo de mi corazón
tu ausencia
el perfil de los locos
o los ecos de ese deseo triste:
ven, ven.
Yo el ansiado de ojos negros
o marrones
de piel de cristal
de cielo y temple
pintura de Kokoschka
enredado a tu pelo.
Yo marea alta
un bote a la deriva
un mensaje en la botella
que rueda sin remite
por el océano de nadie.
Dibujo el agua escribo sobre ella
siento esta brisa de la mar
y extraño aquella equis de la escuela
cuando juntaba la "s" y la "c"
jugando a ser feliz descifrando
quién eras.
Diversas sombras cruzan mi memoria
y aún adolescente
vuelvo a dibujar con el humo
apago en un trazo largo
de pincel encendido
el cigarro
y sorbo del café
el final.
Y espero.
Y espero.
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