Cito a Caballero Bonald, de su libro "Pliegos de cordel":
Equitativo es recordarlo: aún persevera su ejemplo, acaso porque nunca se permitió licencia alguna sin guantes, aunque es fama que utilizó las manos hábilmente para desabrocharse y escribir sus informes en el polvo.
De todos ellos, me quedo con estos versos de Alfonso Pexegueiro:
Ese soy yo que bebo en tazas de piedra -y mastico noches de centeno mientras pienso en una calle de hojas de tabaco en donde hacer el amor-
Y con estas palabras tuyas: "El escritor y el labrador saben que en el paraíso habrá que trabajar... O el silencio de la tierra, o el papel en blanco..."
6 comentarios:
Miro mis manos y pienso: para qué? Mejor haría construyendo armarios y estanterías. Pero mis manos son tan pequeñas...
POEMA, veo poemas pero en tus manos y en tu cabeza, porque eres un POETA. Besos, señor poeta, Tomás.
Cito a Caballero Bonald, de su libro "Pliegos de cordel":
Equitativo es recordarlo: aún
persevera su ejemplo, acaso porque nunca
se permitió licencia alguna sin guantes,
aunque es fama
que utilizó las manos hábilmente
para desabrocharse
y escribir sus informes en el polvo.
Un abrazo, Eloy.
Gracias Lola, tengo la cabeza como un bombo de esos que se usan para los sorteos de la lotería nacional.
Un beso.
-"¿Para qué?"
-¿Y tú me lo preguntas?
Etopa, pateo, teopa... ambas preguntas son interrogaciones retóricas.
Pero te dejo unas poéticas "Blasfemias de silencio" que podrían ser respuesta:
[...]
Soy el que emponzoña
las piedras para que canten-
el que le da de beber al sueño
para que baile-
Soy el bulón flotante,
engrasador de tascas-
el que lame triste las estrellas
Soy el ladrón del sol-
Soy el cerro despellejado-
el barco cargado de marihuana-
la ley del borracho-
el homosexual que adora
el rimel negro en las pestañas-
el culo rosado de la prostituta-
Soy el cabeza parida del averno-
hijo ilegítimo del diablo-
y bautizado con meado de cabra-
Soy yo el que al ver el granizo
estalla en alabanzas-
y al rayo le llama hermano
y a la lluvia esposa-
^[...]
ESE SOY YO que bebo en tazas
de piedra- y mastico noches de centeno
mientras pienso en una calle de hojas de tabaco en donde hacer el amor-
GLU- GLU
tunante-malparido sinvergüenza-
hijo áspero de una rata (natural)
que odia el fascismo por ser hombre-
De todos ellos, me quedo con estos versos de Alfonso Pexegueiro:
Ese soy yo que bebo en tazas
de piedra -y mastico noches de centeno
mientras pienso en una calle de hojas de tabaco en donde hacer el amor-
Y con estas palabras tuyas:
"El escritor y el labrador saben que en el paraíso habrá que trabajar... O el silencio de la tierra, o el papel en blanco..."
..y mirarse las manos para buscar el poema.
Besos.
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