Feliz con mi libro, un libro con el que se ha comprometido Karima Editora, y al que he dedicado horas de trabajo, días y meses, en ese deambular de versos al que está condenado el poeta, porque sí, porque esa es su obligación. Bendita y maldita obligación. El libro se defiende solo, los poetas se defienden esperando el paso del tiempo. En cien años sabremos sobre nuestra inmortalidad. O no. Perecer también forma parte del espectáculo.
En unos días podréis haceros con él. De momento esta es la cubierta del mismo, con dibujo de Ricardo Ranz. Agradecido a Karima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario