FOLIOS GRAPADOS Bitácora de Tomás Rivero
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
jueves, 13 de enero de 2011
Diferencia
Érase un hombre solo
con una palabra lodo
hasta que llegó
un viento albo
y lo convirtió en cero
o cenit.
Érase una mujer sola
con una palabra grave
en el suave paladar carmesí
hasta que un viento solo
la convirtió en curva de canesú
o vodevil.
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