Caminé, caminé
con tregua o sin ella
sabiendo que era considerado
un signo galimático
con el que había que ser condescendiente
o una marca en la nieve
que había que ignorar.
Caminé, caminé con carne de poeta.
De los bolsillos del traje que visto
cae siempre sangre.
Han muerto mil poetas.
Ha muerto Ángel González.
Estoy harto de historias de derrotas.
Me producen melancolía,
y tanta melancolía algún tipo de venganza
generándose en la lengua:
lleno de trampas y bodoques
un día común en demasía
roto y cansado como un carro
lastimado quedé.
Bajo la sombra horizontal
de un árbol negro permanezco.
2 comentarios:
Soy Loli,me ha gustado tu poesía mucho,y me gustaría darte un abrazo.Date por abrazado.
Ando casi siempre abrazado. Lleno de abrazos de maestros, que me rodean.
Ahora también con el tuyo. Mañana vendrá a darme un abrazo César Vallejo:
"...abrazó al primer hombre; echóse a andar."
Beso.
Publicar un comentario