martes, 5 de julio de 2011

QUÉ PENA

Qué pena que no me nombres
ahora que empiezo a desaparecer
de los diccionarios
y ya no soy una palabra
sino un milagro que merodea el agua
de los charcos
el agua de lluvia
gota a gota borrándose
de los labios sedientos.


Ahora que va cayendo lenta
la lluvia como un dibujo antiguo
y la oigo levantarse
entre nubes apagándose con la lentitud
de la belleza que tienen todas las criaturas
que van a morir.


Ahora había que lavarse delante del espejo
comprobar que la carne guarda algún despojo
de sueño irrealizable.


Ahora que la lluvia comienza
acabando por desaparecer. 

5 comentarios:

HOSTAL MI LOLI dijo...

Otro tesoro.Besos.

Laiseca Estévez dijo...

la belleza que tienen todas las criaturas que van a morir...
tremenda belleza tu poema como todos, besos

Laiseca Estévez dijo...

La belleza que tienen todas las criaturas que van a morir.
La belleza que tiene tu poema que también va a morir.
que llueva más poesía muerta, abrazo tomas.

Tomás Rivero dijo...

Rico en tesoros. Afortunado en amores, Loli.

Tomás Rivero dijo...

Laiseca Estévez, un abrazo desde la piscina.

Me alegran siempre tus buenas palabras para mis "pobrecitos" poemas que también van a morir. Y me alegra que regreses, para poder segresar al día siguiente.
Besos.