cuando quise ser la caligrafía de las brasas,
-Amalia Iglesias-
CUANDO quise ser la caligrafía de las brasas
tu alma trajo tristeza hasta la noche,
que escribió poemas de alcohol en las paredes,
y se meció al viento de las cortinas
un brumo eco de lejanos besos rotos.
Tu boca era de orfandad y frío
y mi mano te nombró
como se nombra a una calle cuando uno está perdido.
Si me quieres házmelo otra vez,
musitabas agónica y generosa
y de nuevo ser nuevo y ser hombre,
corazón loco, bandera blanca arriándose,
rindiéndose bajo una lluvia de besos.
No puedes dejarme ahora.
1 comentario:
Buen poema, y con esta musiquita me voy a dormir.Besos.
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