Uno anduvo de cabizbajo para convocar poemas
luego de rituales bajo noches brujas.
Uno de burgo a merindad reciedumbre a cada paso
levitó en vapores de humedades maniguas.
Uno acortó los pasos por toberas tránsitas
ceñido a los álveos que troquelaban a golpes
del dígito, mis noctámbulos versos.
Uno seguía hipnotizado el curso de mi poesía,
evocando que desde la soledad se construye
el textual páramo donde mora el sueño.
Uno se queda ámbito y secuela
y ya nadie te avisa.
De que manzanas y duraznos
se fueron imponiendo
a los frutos de tu boca
y ya no recuerdo el sabor de tus besos.
4 comentarios:
Usted es un sabor a cielo.
Besos Tomás, te extrañé en estos días de vacaciones y agua salada en mis pies.
Uno fue uno de esos que seguía hipnotizado el curso de su poesía, Monsieur Rivero. Y si quedara ámbito y secuela, déme un aviso, gracias.
Marcela, yo me preguntaba... Claro de vacaciones.
Un beso para tu vuelta. Dos.
Eloy, sabes que cuento contigo, casi de manera incondicional. Te aviso.
Un abrazo.
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