sábado, 12 de mayo de 2012

Almuédano

Aquél cuerpo se desgajó en pedazos
que nunca formaron
un vértice una corriente de agua
acaso fue un ruido
la piedra sonora cayendo
en el engranaje que todo lo pudre.
Ni siquiera fue esa mole de órganos
desperdigados en la lumbre
día y noche la sangre del hombre
el hombre más corriente
el más bajo
quemándose de viejas aguardientes
aquél cuerpo que se fundió
en el hielo de antiguas resacas.
Caen unicornios. Ciervos en celo
cebras de alambre y mugre
y salen las casas a pasear
sus dudas de humedad
el temple de sus piedras
el logro inestable del acero.

He completado un círculo vadeando tus caderas.
En sus orillas había
osamentas de reses que murieron de sed
sobre la piel de ríos agotados.
He saboreado en tus hombros
la resolución final del beso
y en tu boca la luz de una pregunta.
Ya sé que todo arde.
Dejé atrás torres faros y linternas
que denunciaban el riesgo.
Y vi cómo desde el alminar
aquel almuédano
arrojaba tildes al agua
acentuando cada pez
para darles nombres secretos:
eludiendo el anzuelo
impedía una muerte
de agónico boqueo.

Y he comenzado a amarte.

10 comentarios:

Shandy dijo...

Resumo:
Aquel cuerpo se desgajó en pedazos
para impedir una muerte de agónico boqueo.

La "muerte" puede ser una resurrección. El ave fénix regresó de sus cenizas. Necesitamos mudar la piel, deconstruir para volver-nos a construir, y en la nueva construcción prescindimos de lo que ya no necesitamos.
Se puede obviar la llamada del Almuédano para impedir un "agónico boqueo". Pero no se puede obviar la llamada de la vida y completar un círculo. Y me remito a los versos de L. Pereiro que aparecen a la derecha de tu blog (los dos últimos).

Complejo este poema, Rivero. Símbolos y metáforas de difícil interpretación. Pero creo que habla de lo dicho: de una resurrección.

Besos con vida.

Lapislazuli dijo...

Coincido con Shandy es un poema complejo, debi leerlo varias veces
Surge la esperanza al final
Un abrazo

VICTOR VERGARA dijo...

Gran poema, Rivero. Éste sí.

Tomás Rivero dijo...

Complejo el poema, sí. Y buen resumen por tu parte, Shandy.

Añadir, que aunque el poema se resiste a la lectura, lo pasé bien visualizando todas esas imágenes, y pasándolas al papel.

El almuédano me ayudó en los "trámites". Y algunos ciervos en celo.

Tomás Rivero dijo...

"Símbolos y metáforas de difícil interpretación", como dice Shandy, y ya que la mencionas.
Los poetas algunas veces somos algo crípticos. Que conste que la "culpa" es del poema. Yo soy inocente. Un mero intermediario. Palabra.

Saludos, Lapizlazuli.

Tomás Rivero dijo...

Bueno, Victor. Gracias.

¿Y qué hacemos con los otros?

Un saludo.

VICTOR VERGARA dijo...

Pues nada, quererlos como hay que querer a todos los hijos -según dicen- :)

Saludos

Tomás Rivero dijo...

Pues tienes razón. Los malos y los buenos.

Un saludo.

leolo dijo...

Comienzo a leer el poema y los primeros versos ni me miran, creo que lo hacen a propósito, veo disimulo en sus letras, en palabras como pedazos, engranaje, resaca. Pero continúo. El poema crece como crece la hierba. Con los unicornios me siento acompañado y al llegar a las cebras de alambre y mugre ya me doy por conquistado. A partir de ahí el poema no deja de crecer (He completado un círculo vadeando tus caderas!!!!) y crecer, y... sí
yo también he comenzado a amarte.

Tomás Rivero dijo...

Amigo Eloy, tus comentarios siempre me "obligan" a ser mejor poeta. Y mis respuestas siempre se quedan cortas, o no están a la altura. Gracias por tus palabras. Aveces se dan entre poetas ciertas "complicidades" que me asombran. Como decía un poeta amigo, "...lo difícil está en conectar con otros corazones". Tengo la sensación que los nuestros conectan y se reconocen.

Un abrazo, Eloy.