Se celebraron elecciones municipales hace un año por estas fechas, que eran el prólogo de las generales que se celebrarían siete meses después, en noviembre de 2011.
Hace un año, en una entrada, "Folios Grapados" decía:
“Ayer no fueron posiciones políticas lo que ganó en España. Ni la clase obrera ganó. Ni los compañeros de la puerta del Sol ganaron. Ayer ganaron posiciones economicistas, que es una manera perversa de entender la política. Ayer ganaron los bolsillos y las carteras vacías de los españoles. Con ese "vacío" fueron a votar. Para que los ricos se las llenen. Ayer ganó en este país la reacción, los malos ganaron. Los malos, con el consentimiento de los buenos. Ganaron ayer los ricos. Los pobres perdieron. Desesperados, perdieron los pobres ante el avance de su miseria. Ante la desesperación, siempre ganan los ricos. La razón no ganó ayer en este país. Ganó la desigualdad que irá en aumento. El movimiento del 15-M ya puede afinar en sus propuestas. Ya puede elevar su nivel de conciencia anticapitalista. Ya pueden en este ambiente de perdedores empezar a rodar por los campos de España. Con poemas de Machado en la mochila. Con poemas de León Felipe, con poemas de Hernández, Miguél. Con propuestas de felicidad rotunda en sus corazones. Con la ira en las sandalias. Con el puño en la mano. Con la mano abierta. Y con la palabra nunca cerrada. Ni en la boca, ni en los ojos. Con una propuesta de romper. De acabar. Pues eso es el decir: acabar para nombrar las cosas de otro modo.
Buenos días España. Buenos días trabajadores pobres de solemnidad. Buenos días camaradas de un César Vallejo tenso y estirado en su esquina fundamental. Esperando.”
Buenos días España. Buenos días trabajadores pobres de solemnidad. Buenos días camaradas de un César Vallejo tenso y estirado en su esquina fundamental. Esperando.”
Ha pasado un año. Y como era de esperar, seguimos perdiendo. Tal vez se trate de eso, de esperar para perder. En esa “espera de pérdidas”, terminaremos por ser felices. Seguro.
9 comentarios:
Efectivamente, estamos peor que hace un año. Ellos más ricos y nosotros más pobres, pero mi optimismo me dice que llegará el tiempo del vuelco total, de la solidaridad, la humanidad perdida y con estos sinvergüenzas fuera de juego. Creo y deso que lo veamos tú y yo.
El texto, a pesar del dolor o quizá por eso, es espléndido.
Besos, esos no sufren pérdidas, Tomás.
Estamos mucho peor que hace un año y la cosa solo cambiará cuando la ciudadanía asalte las instituciones que le han robado. Y las vuelva a hacer suyas. Pero no puede ser toda la ciudadanía, solo los trabajadores; cuando se encuentren y se reconozcan como tales, cosa que ahora no sucede.
¡ Salud y República!
Bueno, la ciudadanía está ahora como pollo descabezado, dando bandazos de un lado a otro. Es decir, si tenía un gobierno de derechas, ahora vota a la izquierda para ver si es capaz de arreglar la situación; y al contrario. Y estas alternancias, en algún pais, se suceden ya con rapidez dramática.
No soy ningún analísta, pero me gusta observar. Y veo que la sociedad actual no tiene absolutamente nada que ver con la del XIX principios del XX, aunque siempre persista el mismo mal de raiz. La base de la pirámide social de entonces (antes de la robotización industrial) la componía una gran mayoría puramente obrera (agrícola, ganadera, industrial, y analfabeta en el sentido técnico de la palabra). Mientras que hoy creo que la compone lo que antes sería la baja burguesía (comerciantes y demás servicios). Y por tanto, ésta es más reticente a perder lo que ha conseguido (aunque sea poco)
Para que la sociedad española reaccione seriamente, tiene que llegar -e incluso sobrepasar- los límites de la situación dramática actual griega. Y para ello, no sé cuánto, pero queda.
Creo que probablemente, no sólo vamos a continuar estando peor que ayer, sino que nunca volveremos a estar como estuvimos ayer. Porque tampoco debemos de dejar de mirar por el rabillo del ojo a otras variables, como por ejemplo, al gigante chino y otros paises emergentes. Las civilizaciones tienen su auge y su decadencia.
Hablo por hablar, probablemente estoy equivocado y confundido, pero...
Un saludo, Tomás.
En Francia, estimado Víctor, donde no están tan mal como nosotros (su prima de riesgo, por ejemplo, está en unos cómodos 120 puntos), la gente ha reaccionado y se ha quitado de encima al derechista Sarkozy. Por algo se empieza. Una cosa es que en nuestra sociedad el sector servicios sea el predominante, por delante del agrario y el industrial y otra que los pequeños comerciante se hallen en la base de la estructura social: en la base siguen estando los trabajadores por cuenta ajena, una masa heterogénea, pero compuesta por una mayoría de personas cuya renta es suficientemente escasa como para permitir su concienciación.
Es la primera vez que comento en este blog, Tomás, aunque he venido a leer en alguna que otra ocasión.
Buena entrada.
Un saludo.
Esteban
Los besos parece que de momento no están en crisis.
No confío mucho en ver bonanzas por el horizonte. Soy pesimista, Isolda, y no creo que esto mejore.
Besos.
Jorge, a lo mejor si metemos a toda la ciudadanía entre los trabajadores, estos espabilen y se encuentren y se reconozcan.
Pero esta clase obrera está muy burocratizada y muy maleada; muy caprichosa y muy aristocrática. Y muy "papá Estado dame que yo quiero".
Saludos.
Amigo Victor, "la cosa está muy malita" es verdad. Y creo que el sistema capitalista ha decidido abandonar el barco y dejarnos a la deriva. Esto va bien. La marinería que se haga cargo del timón.
Saludos.
Esteban, un saludo y bien venido. Comenta como te apetezca, estos "Folios Grapados hicieron una excepción. Como ya sabes, no suelo hablar de política, fuera del poema.
Saludos.
Absolutamente de acuerdo con esto último que dices, Tomás. La prueba está en cuánta juventud sueña -y soñaba antes de que llegara la crisis- con ser funcionario de la teta vitalicia (seguridad) estatal.
Por otra parte, se me había pasado en el comentario anterior que actualmente hay también otra gran diferencia con la situació de principios de siglo anterior, y es que no existe la efervescencia de ideologías (esperanzantes) que existieron entonces, pero que tantos dolores de cabeza (miles de muertos) dieron a la humanidad en breve plazo. Están muy quemadas y ausentes de credibilidad. Hoy existe, por tanto, mucha desilusión y decepción.
Pero coincido contigo, Esteban, que a pesar de que la situación actual es compleja, no se debe de dejar de dar pasos hacia delante aunque sean pequeños: referendum sobre la monarquía y decenas de reformas constitucionales que ya no tienen más espera.
Gracias, Esteban, por el diálogo.
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