martes, 10 de julio de 2012

Después de todo

después de todo amamos discutimos leemos
aprendemos sueco catalán portugués
-Mario Benedetti-
  

Después de todo amamos con violencia
nos desnudamos en las nubes
para vestirnos de sutil indiferencia
o nos salen fáciles pareados
nos solidarizamos con África
y desayunamos tostadas con mermelada

después de todo nos queremos
y los domingos doble
salimos hacia el mundo
cuando sólo es una calle sucia
encontramos el rescoldo del pasado
y como somos morbosos y la curiosidad nos llama
removemos en él un poquitín con la sana intención
de encontrar algún dato para añadir
a la historia propia sin sufrir daño alguno
o que el percance sea venial para el alma

después de todo ¡ qué carajo !
somos gente sencilla
y ante todo sin un duro
madrugamos hacia el tajo
cuando sólo es un maldito empleo
que no nos da para casi nada
o nada que es igual y es lo mismo
después de todo somos unos putos
existencialistas con lejanía en las pestañas
y sin dardos en la mirada

después de todo nos gusta la mujer
de nuestro mejor amigo
y la mujer de nuestro peor amigo
pero no es para inquietarse
porque nunca lo sabrán
ni el mejor amigo ni el peor amigo
ni ellas ni mi mujer
ya que nunca se nos ocurrirá
llevarlo a la práctica
porque después de todo
somos unos malditos cobardes

después de todo ficho a las ocho
y otros no
después de todo algunos cobran paro
y otros no
después de todo algunos mueren por la causa
y otros no encontramos causa
por la que morir
ni narices falta que hace

después de todo si la sangre llega al río
este nunca se desborda
y si se desborda es un río lejano
que no está al lado de casa
ni en nuestra ciudad
si no en otro país lejano
casi intocable
desconocido
no sabemos de qué van aquella gente
después de todo
después de todo amamos lo inmediato
lo cercano.
Nada más.

6 comentarios:

VICTOR VERGARA dijo...

Verdades.

Referente a los tres últimos versos, a un hermeno de sangre, o a un amigo de sangre, le perdonamos casi todo; a un desconocido que viva dos calles más allá, es diferente; y los dos son personas con la misma textura y razones.
Aún somos de una gran simplicidad.

Saludos.

leolo dijo...

Después de todo somos tan simples y duramos tan poco.
Y encima de que nos joden con gusto debemos estar razonablemente contentos de no haber nacido en Uganda o en Yemen.
Después de todo, ya no estaremos aquí.
Un abrazo Tomás.

Tomás Rivero dijo...

Pues sí, somos de una gran simplicidad. Pero ya aprenderemos. Digo yo. Estos tiempos de crisis ayudan a querernos más.

Saludos, Victor.

Tomás Rivero dijo...

Con un poco de suerte Uganda y Yemen, un día no muy lejano se meterán en nuestras vidas. Con un poco de suerte, un día no muy lejano, todos estaremos en el mismo barco. Y al carajo las fronteras y otras trabas sociales.

Un abrazo, Eloy.

María Socorro Luis dijo...

Así es y así somos. Gastamos tanto amor con "los nuestros", que no nos alcanza para "los otros". Pero nos dan mucha pena, eso sí.

Besos, Tomás

Tomás Rivero dijo...

Los "nuestros" y "los otros", que de otros suyos son. Para saber que todos somos el mismo. O los mismos, hijos del mismo tronco. Administremos el amor.

Besos, Soco.