del dolor de la vida
que tu mano me nombre con una caricia
que tu lengua en la mía sea una voz
confesándome besos
o he pecado en tu ausencia
con los nombres de otros.
que tu mano me nombre con una caricia
que tu lengua en la mía sea una voz
confesándome besos
o he pecado en tu ausencia
con los nombres de otros.
Si dulce es el tormento que tu mirada de hierba
crezca entre mis dedos
una tarde dos noches
que me visitó la urgencia
los poetas los libros
las rutas olvidadas
los ruidos que dejamos
la mirada encendida.
Si dulce es el tormento que tu vientre me absuelva.
crezca entre mis dedos
una tarde dos noches
que me visitó la urgencia
los poetas los libros
las rutas olvidadas
los ruidos que dejamos
la mirada encendida.
Si dulce es el tormento que tu vientre me absuelva.
4 comentarios:
Esta música y tu poema son un remanso de paz y tranquilidad. Un abrazo.
Qué bonito, Tomás.
Beso.
Remansos. Yo pensé lo mismo. Que era un remanso. Algunos más pensaron que era un remanso. Y me dejaron esta otra versión de los remansos. Disfruta, Loli.
http://youtu.be/n0D6wqoO-0E
A mí también me parece bonito. Música y poema. Sin muchas más pretensiones. Bonito.
Un beso, Paloma.
Publicar un comentario