me pondré lobo a aullar a la luna llena
que cada mes compartimos
por calles poco iluminadas
ciñéndonos de bosque
musgos y líquenes secretos.
Como no vengas te nombraré despacio
hasta que salten las alarmas
de todos los salarios.
Gritaré tu nombre
hasta que el comité obrero
más salvaje del planeta
tome las armas y asalte los palacios
de invierno y primavera
de verano y otoño
de esa estación incierta
que tú y yo tanto necesitamos.
Ven. O iré yo
desde este lugar de espantapájaros
de vertederos humanos
de gaviotas con dientes
que hambrientas de ausencia
mastican las antenas.
que hambrientas de ausencia
mastican las antenas.
2 comentarios:
Qué gran y hermoso poema.
Esa llamada urgente y exigente, requiere un urgente "Voy"
Yo iría...
Otro abrazo
Ella viene, cuando quiere, mas no siempre que la llamo. De mi urgencia un poema. Es la forma de tenerla a mi lado.
Gracias por tus comentarios, sentidos, sinceros... Gracias.
Un beso, Soco.
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