lunes, 12 de enero de 2015

Babel

Escribí poemas pensando en su libertad,
quería que no tuvieran centinela,
el verso libre con alas,
las jaulas volaban en lo más alto del cielo.

Mas no era solamente eso.

No se trataba de poner versos sobre versos
y hacer una escalera hasta las nubes,
una posible Babel de lenguas trabadas.
No. La escalera
había que subirla con cierta ligereza,
saber a qué altura del verso va uno,
decir por qué la escalera
tiene un número determinado de peldaños
y saber caerse a tiempo de ellos
rompiéndose la crisma de la responsabilidad
con alboroto y un noble sentido del ridículo.

después pedir disculpas al respetable,
pues como queda demostrado
uno no sabenunca -todo junto-
por qué escribe poemas
en nombre de una supuesta libertad,
comprobado por el transcurso del tiempo
que Babel fue una confusión
de libertad perfecta.

2 comentarios:

HOSTAL MI LOLI dijo...

Genial como siempre, amigo Tomás, felicidades para ti, capricornio poeta. Besos.

Tomás Rivero dijo...

Besos, hermana Capricornio.

Tú un cinco seguido de un número impronunciable, yo un seis seguido de un número súcubo.

Más besos.