Monto un caballo cojo y ciego.
En la noche negra lo anima mi fusta.
-Hsu Chih Mo-
Peregrino y
vagabundo
enemigo negro
blanco y azul
vagando
pues errar era
un punzante dolor
en el costado
una fusta tensa
en el ijar
débiles los
corvejones
falto el aliento
de la bestia
la mirada cansada
ve
las ciudades
borradas del paisaje
ahora que toda la
tierra
recuperó los
caminos
esas veredas
únicas
solo para
equivocados.
Lejos de ti una
manada roja de cascos
las negras crines
lamen las laderas
la calma se
transforma
y bajo el sonido
de la lluvia
los caballos
felices
inadvertidos
gritan
la proximidad
de las extensas
praderas.
Su loca felicidad
de libertinos.
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