Pléyade
Fue aquella manera de adaptarse a lo efímero
-relación social, cultura, amor, política,
obras hidráulicas o viajes por el cielo,
y también un paseo junto al río seco de la vida-
lo que hoy nos ha convertido en seres eventuales.
Aquella pléyade de sedientos que un día
cruzaron los viejos arenales
traían la piel impregnada de olorosas maderas,
pulsos perfumados,
un bosque repleto de recuerdos,
una asilvestrada felicidad.
Llegaron para salvarnos.
Demasiado tristes, o demasiados solos.
O demasiado tarde.
Año 2022. Repítanlo con letras:
dos mil veinte y dos,
y piensen si les duele el número
que no asumieron, o la frente
con la que no pensaron en su frontera de orín.
Vengan a por su remite.