Traía el viento un olor a marrones y ocres
verdes colores muriendo
de una tierra apagándose,
abandonada por cuervos y piratas,
una tierra solitaria.
Venía un olor a otoño
que yo supe que era una lenta maduración
de campos y de corazones.
Ayer no estabas tú en la colina
ni yo en la pradera tapada por la bruma
pero sonaba dentro de mí un acordeón
que trajo también el viento de otoño.
Y llovía en otro país sobre otra gente
y la lluvia nos igualaba.
Y yo quería que tú miraras
en el bosque cercano.
Buscándome sólo a mí
con tu mirada húmeda.
La eternidad del viento
te trae hasta mí.
2 comentarios:
este poema tuyo que nació sin título un 19 de octubre (re)nació en el blog y se llamó cold cold ground
...
Y yo quería que tú miraras
en el bosque cercano.
Buscándome sólo a mí
con tu mirada húmeda.
La eternidad del viento
te trae hasta mí.
...
no se me ocurre un nombre más apropiado, estuviste muy inspirado el día (que sé que son muchos días juntos) que escribiste este poema y también lo estuviste el segundo (que sé que son muchos minuto-segundos) en que lo llamaste cold cold ground
Me hago viejo y la música, últimamente me inspira. Un "fallo" lo tiene cualquiera.
Un beso.
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