Algún día escribiré el poema más hermoso.
Hablará de aquello que mujeres y hombres
necesitan
ningún poeta antes habló de ello
yo diré por ejemplo cuánto necesitamos la poesía
en las noches que insomnes intentamos
reconciliarnos con el sueño
y una brisa amiga languidece al alba.
Hablaré de las tardes de largas
y atareadas conversaciones
mientras el águila vuela alto sobre las montañas
allá en otra provincia del país.
De las mañanas limpias cuando lavamos
el espejo de nuestras mejillas
y el cielo es profundamente azul
en el momento que es invierno y está nevando.
Hablaré del tiempo
que en la olla cuece variadas verduras.
Escribiré
lo digo
el poema más hermoso creyendo en las mujeres
más que en los hombres
creyendo en los hombres una tarde cualquiera
cuando inventa traiciones
cualquier año cualquier mes
sin detener la atrabiliaria melancolía de esta época.
18 comentarios:
Pues no tardes mucho en hacerlo que ya estoy ansiosa, de momento este está muy bien. Besos.
voy a enlazar tu blog y empezaré a seguirte con mayor detenimiento, Tomás. Algunas de las cosas que veo por aquí me parecen interesantes. Te espero desde las lindes del sur. Ángel.
Son tantas cosas las necesarias...cabrían en el poema? Aunque quizá ya sé tu respuesta todo cabe en el poema. Ya te he leído varias veces esa confianza mayor en las mujeres, no somos todos traicioneros? He tenido que buscar "atrabiliaria" en el diccionario, y me acierta esa melancolía destemplada y abrupta.
1abrazo.
No quiero decirte que ya ha llegado ese día, pero sí que este poema es el más hermoso...
déjate del poema más bello del mundo! y pásate por la casa de la Loli que se inventó una palabra que te va a venir muy bien!
Muchos BEZOS
Seguro que si...¡mucho animo!
Por cierto soy Pérfida.
Un saludo coleguita.
Loli, a partir de ya. A partir de ahora, sólo voy a quererte. Y voy a querer de ti la parte más desconocida por mi. Esa, la que no sé.
Y esto también es crítica poética.
Un beso.
Ángel, un placer que me mires.
¿Por dónde quedan esas lindes? Yo estoy ahora en el final del sur.
Un abrazo.
José, me gusta mucho esa duda permanente que mantienes del poema como posible "alivio" de entuertos anímicos. Ese descrédito sobre el mismo, creo que te hace mejor poeta. (Te leo, te leo) Y sabes que eso es también ser mejor persona.
Es cierto, caben tantas cosas dentro del poema.
El tema de las mujeres, mi aprecio, es culpa de mi madre. Ella me enseñó a amarlas. Y desde entonces ninguna me ha echo daño.
Un abrazo fuerte.
Sofía, eres la más fiel seguidora de este torpe poeta. Debo de hacer algo para recibir una mala crítica tuya, ya.
Un beso.
Eva, me pasaré.
Tú también quieres hacer el poema más bello del mundo.
Por cierto, día de playa y pargo.
Te voy a dejar una puesta de sol aquí, que he echo esta tarde para que la veas.
Relájate con ella.
Besos.
Pérfida, si ánimo no me falta, llevo intentándolo casi 40 años. Y, entre tú y yo, creo que lo he conseguido hace tiempo.
Ya sabes, uno escribe siempre el mismo poema.
Saludos coleguita. (((joder hacía tiempo que no me lo llamaban)))
Quizá ya hayas escrito ese poema, puede que sea éste, es bellísimo...
Un beso, Tomás.
Un beso, Alas.
Tal vez lo sea. Creo que el poeta es el último en enterarse.
Otro beso.
http://angelrodriguezpoeta.blogspot.com/
estas son las lindes, Tomás.
Me pasaré por tus lindes, Ángel.
Un saludo.
La duda la mantengo siempre, Tomás, sobre el poema, sobre la vida y los que los poblamos. No creo en el poema como alivio aunque a veces lo practique, sino como forma de reconciliar el dolor, la contradicción, y volverlos belleza. Un abrazo.
José, estoy casi de acuerdo contigo. Digo casi, ya que yo soy más radical: poema y vida es lo mismo. Es más creo que la vida es un mal poema al que me paso el rato quitando y poniendo cosas.
Un abrazo.
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