viernes, 13 de enero de 2012

La neutralidad de los paisajes

Paisajes. Aeroplanos. Garitas exteriores.
Claraboyas. Soy un ojo que ve el campo.
Un campo cruzado de cicatrices.
Tu mano sobre su pasado.
Tú mano sobre los mapas
que no fueron dóciles. Agrestes te dijeron
que nada era noble.
A amanecido nublado sobre las fronteras.
Ahora me reduzco a paisaje. Soy el sol.
El sol arañando pórticos y buhardillas,
el portillo hecho en la pared del lindero,
la casa desolada o yerma
líquida en la sombra soterrada.
Penetra la luz por sus ventanas
y a través del aceite sobre la mesa sola
se hace crisol en la rotunda vasija de cristal,
en las aguas remansadas de la alberca,
y al final
en el dulce color malva, ocre, rosado
de la tarde, o la vieja soledad de la alcuza.

La belleza es sólo un instante,
después vienen los días, las noches,
el ruido de la ciudad,
la tos de un vecino, el llanto de alguien.
La belleza es un segundo,
después está el feo y definitivo sueldo
que uno recibe por el trabajo realizado,
el salario de muerte conseguido con sudor.
El fin expuesto a la sangre.
La plena soledad. La locura es una balsa.
Nada nos pertenece.

Cómo me acuerdo de vosotros
viejos muertos huidos
mis acuciantes símbolos
mi entraña
mi ausencia
mis responsables.


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Esta foto merece una breve explicación. Fue tomada el 19 de marzo
de 2011, a las diez de la mañana. Se trata de una de las mareas
más bajas de los últimos 150 años. Véase la marca del agua en
las rocas del fondo.
No pasó nada desde el punto de vista político. La rueda del sistema
capitalista, a simple vista, siguió girando. Lo que hoy está arriba
mañana estará abajo, dijo Beltolt Brecht. Se refería el poeta alemán
a la rueda de la historia. O al sistema capitalista. ¿También a las mareas?



4 comentarios:

Marcela Lokdos dijo...

Rivero, este creo habèrtelo leìdo en CF, puede ser? me vino ese Responsables del final, y creo haber pensado en su momento, solo a èl le suena bien, como vulva que te suena bien, y eso que es una palabra de las feitas.
Que me quieras es un privilegio. Me estàs haciendo trabajar con lo de los poemarios, grrr te debo varias noches insomnes.
Un beso de rodillas!

Ventana indiscreta dijo...

No te parezca una broma lo que te digo. Admite la provocación si así la consideras: poemas como éste deberían leerse antes de las negociaciones sindicales y la patronal y el gobierno. ¿O crees que no merece la pena?
Nos van a crujir, el trabajador va camino de lo etéreo, de la nada.

Besos, escayolista.

Tomás Rivero dijo...

Marcela, todo lo que pasó en CF creo que se borró. Es posible que ese poema apareciera allí.

Pero este poema es un devenir de aquél. En el ultimo año he decido acabar con toda mi poesía, y poema que cojo lo destrozo, lo corrijo, lo recompongo, lo estrujo, le escupo, me cago en sus muertos... Esto de la poesía es predicar en el desierto, así que yo lo lleno todo de arena, levanto polvo, miro bajo los oasis por si hubiera agua.

¿Me suena bien vulva? Ja. Si después de seis millones (¡hala!)de ellas a las que miré para entender su debilidad,(Glándulas de Bartolino y Skene)y otras texturas de la dermis, no sé escribir vulva para que tenga son, para matarme.

Bésame tango y no de rodillas. Y aplícate con esos poemarios. Yo te mando fuerzas para luchar contra ellos. Pero no es necesario que mueras en el intento.
También para mí es un privilegio, intercambiar palabras, contigo .

Un beso, Marcela.

Tomás Rivero dijo...

Sofia, los dos versos más famosos en el mundo mundial, sobre la provocación son míos. Perdón. Perdón, pero míos. Creo que deben estar en este blog por algún lado. Te los copio:
La provocación, también es una manera de comunicarse.
La incomunicación, no provoca nunca nada.

No, Sofía no merece la pena. Ya nada merece la pena. No, me equivoco. Sí hay cosas que merecen la pena. El silencio. Y en él, sorprender al otro en un pensamiento. Saber lo que pensaba y no decírselo para que crea que sigue invulnerable ante nosotros.
Eso sí merece la pena.

Es cierto, nos van a crujir. Pero nos gusta a los españoles que el patrón nos quiera, confundimos maltrato con cariño. Como algunas mujeres tontas, celos con amor.
Y al decir tú la palabra "nada" me acordé de la frase más pronunciada por un compañero de fatigas:
"Tomás, el futuro será un debate sobre la nada acuosa". Lo dijo hace...cuando tú eras pequeñita y casi entrañable.

Por cierto, dejé el oficio de la escayola hace...cuando tú eras pequeñita y entrañable, y yo llevaba un sable entre los dientes.

Besos.