Puede que sea frío distante indiferente
incluso un forajido que habita la reunión de la simpleza
contemplando la cara elemental de otras fieras
que hacen grotescos gestos desde el palco.
Reúne pan acude a la rémora
salva por tanto obstáculos
pincha un disco sirve un whisky dibuja un poema
acordona semáforos
cocina aves carne de bovinos
sé algo moreno algo índigo hazte ocre:
un simple hombre de color rojo
con baldón rojo pendón rojo estandarte rojo
bandera al fin y al cabo de color rojo
y da la espalda a la tribuna y al parapeto.
Busca otra trinchera que se acomode a tu pez.
Aprende a nadar en aguas turbias.
Y todo será mensurable.
7 comentarios:
Embarrarse, Tomás.
Sabes una cosa que hacían los cerdos en mi pueblo, antes de que existieran esas granjas tan sofisticadas: pues se daban baños de barro junto al río, como purificación de garrapatas y malas pulgas.
Pero tú ni eres cerdo ni tienes malas pulgas, amigo Tomás.
Buen poema cromatístico.
Siempre estamos embarrados, Manuel. No lo podemos remediar.
Los cerdos de tu pueblo y los del mio, que no tenía río.
Creo que los elefantes también se suelen dar baños en contacto con la tierra. Baños de polvo. Y después una ducha con trompa. Separan el agua de la tierra. Yo prefiero el baño de los elefantes. Y también su memoria. Como la mía me falla...
Bueno, el rojo es el color imperante en el poema, todo se lo debo a ese "defecto" daltónico. La paleta Pantone aquí no tiene mucho que hacer.
Un abrazo.
He intentado llevarme esto al Nido y no se ven las letras. Buen poema y buena foto. Besos.
Debe ser que a esta entrada le he puesto un antirobos.
En serio, no lo sé, Loli.
Un beso.
Creo que es por el fondo, según los colores que hay se ven o no se ven al pasarlo allí. Si quieres hacerme un favor, pásalo tú porfa. Besos.
Una cadena antirobo como a los vespinos, jjjj, me gusta.
Un saludo
Pues ya sabes, Victor, una para el blog. Dentro de poco la inventarán. Y nadie tendrá vespino.
Un abrazo.
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