domingo, 24 de marzo de 2013

Lengua

Corindón o esmeril pedernal,
la chaira recorre los filos de la carne
magulla y gorgorea,
hacia la oreja enfila la aguda punta,
a escasos centímetros
quiebra,
brevemente merodea,
luego acaba hiriendo
donde la sangre brota con un gemido
proveniente de esa zona de la garganta
hecha grama de vocales cuerdas,
y por un instante cueva degollada
de largos y silenciosos pasillos,
habitáculo donde mora el vital veneno
de la palabra más pura,
y muere misteriosamente.

No pregunté en qué idioma
la lengua fue delatando
el secreto de todos los nombres.

2 comentarios:

HOSTAL MI LOLI dijo...


El idioma de la lengua es el del alma que la posea, y es una herramienta de una fuerza invisible y poderosa, capaz de herir de muerte o o curar lo incurable. Besos, Tomás.

Tomás Rivero dijo...

Chapó o chapeau. No tengo nada que añadir, si es que añadir debiera. Lola, un beso, y gracias por este comentario, en el que has atrapado el poema por el cuello. El giro que le das me parece muy interesante.

Más besos.