la chaira recorre los filos de la carne
magulla y gorgorea,
hacia la oreja enfila la aguda punta,
a escasos centímetros
quiebra,
brevemente merodea,
luego acaba hiriendo
donde la sangre brota con un gemido
proveniente de esa zona de la garganta
hecha grama de vocales cuerdas,
y por un instante cueva degollada
de largos y silenciosos pasillos,
de largos y silenciosos pasillos,
habitáculo donde mora el vital veneno
de la palabra más pura,
y muere misteriosamente.
y muere misteriosamente.
No pregunté en qué idioma
la lengua fue delatando
el secreto de todos los nombres.
la lengua fue delatando
el secreto de todos los nombres.
2 comentarios:
El idioma de la lengua es el del alma que la posea, y es una herramienta de una fuerza invisible y poderosa, capaz de herir de muerte o o curar lo incurable. Besos, Tomás.
Chapó o chapeau. No tengo nada que añadir, si es que añadir debiera. Lola, un beso, y gracias por este comentario, en el que has atrapado el poema por el cuello. El giro que le das me parece muy interesante.
Más besos.
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