pero
una cosa os digo,
que
este cuerpo lo hemos amado mucho,
amado
lo hemos locamente
que
casi a cada instante estábamos dispuestos
a
reconocer los besos de todas sus veredas,
besos
que aun sin ser nuestros
los
hacíamos propios,
lo
ajeno se convertía en un mío inconmensurable
acto
colectivo donde la sombra
la
carne diluía en sueño.
Este
cuerpo que siempre era inconcluso,
en
brazos de otros deprimía lo fugaz
en
lo inexacto,
lo
inalcanzable en lo justo,
permeabilidad
de un final
que
jamás comenzaba,
y
la tarde la mañana, horas dulces,
serenidad
de minutos,
quietud
que redundaba
siempre
en ella,
en
los otros como yo
unánime.
Este
cuerpo lo hemos amado mucho,
tanto
tanto
que
lo abandonábamos segundo a segundo
para
que fuese pacto enamorado
de
todos los amantes,
en
la tierna longitud,
cavidad
de tiempo.
2 comentarios:
Se nota por tus poesías que has amado mucho y sigues amando hasta cuando no amas. Besos.
...hasta cuando no hago poesías. El poema es un "defecto". Pero tú también amas. Y aquél otro. Y así amando pasan las cosas. Y así amando y desamando damos forma a una dicha que a veces coincide con los sueños o con un rincón decadente y unas horas de melancolía.
Besos, Lola.
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