Una sociedad que
permite que un acontecimiento
odioso pueda
nacer de su podredumbre y crecer
en su superficie
es como quien permite que una
mosca pase por
encima de su rostro o que la baba
le caiga por la
boca sin reaccionar. Está epiléptico
o muerto.
-Jean Baudrillard-
¿Que de qué parte estoy, me preguntas, clavando en mí
tu pupila azul?...De la misma de la que creí estar siempre, supongo, desde que
mi memoria se pierde en la niebla en tonos sepia, desde el mismo momento en el
que empecé a tener poder de decisión sobre mis sueños, mis propios miedos, dudas,
y mis actitudes y razones para existir. Sigo estando de parte de la Belleza, de
los que nos sentimos en la obligación de luchar, desde que el mundo es mundo,
por lo que siempre nos resultó moralmente justo y evidente, a pesar de tantas
dudas, decepciones y diferentes perspectivas de actuación, cargando a las
espaldas tantas traiciones decepcionantes en vertiginosa modesta proposición
para renunciar a hacer girar la rueda...y constante cadena continua de
agresiones de una historia de la infamia que ya no nos permite ser ingenuos,
porque si las víctimas de antes pretenden ser a su vez verdugos, ¿de qué parte
que no sea siempre la de las nuevas víctimas, de los nuevos vencidos de otras
guerras, podemos estar ya?
2 comentarios:
Ese tal Lois Pereiro es un grandísimo poeta. Y digo es, no fue.
Ese tal Lois Pereiro le da cincuenta mil vueltas a los hombres cagones como tú, Tempero/Columela.
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