¿Qué digo si estaba pensando en mis calvas personales?
¿Qué decir desde este adentro sin mirar con un ojo tuerto
una luz con sol de gafas nubladas?
Y si decido salir a la luz, salir y no esquivar los tojos
con su agudeza viva de garfios peligrosos,
y dejarme la piel en la percha de espinos,
pues al fin y al cabo tan solo habito un cuerpo de paso
hacia fronteras más vivas.
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