Soneto 28
La muerte, toda llena de agujeros
y cuernos de su mismo desenlace,
bajo una piel de toro pisa y pace
un luminoso prado de toreros.
Volcánicos bramidos, humos fieros
de general amor por cuanto nace,
a llamaradas echa mientras hace
morir a tranquilos ganaderos.
Ya puedes, amorosa fiera hambrienta,
pastar mi corazón, trágica grama,
si te gusta lo amargo de su asunto.
Un amor hacia todo me atormenta
como a ti, y hacia todo se derrama
mi corazón vestido de difunto.
2 comentarios:
La "amorosa fiera hambrienta" fue una de las mejores pintoras surrealistas de la época de las Vanguardias. Y también uno de los amores más carnales de M. Hernández. Es curioso que se la re-conozca más por lo segundo que por lo primero (no lo digo pòr ti, que sé que conoces su obra).
El poeta fue y es reconocido por su excelente obra. Ella fue valorada y admirada por intelectuales y artistas europeos de su época. Pero el tiempo no le ha hecho justicia. Como a muchas otras mujeres.
Gracias por recordarla.
Un beso
Poco más puedo añadir a tu comentario, Shandy. Su relación con algunos poetas y sobre todo con Miguel Hernández, es bien conocida, a pesar de algunos esfuerzos que hizo el PCE para ocultarlo, sobre todo en el caso de Miguel. Por Miguel, no por ella: era un poeta del "Partido", que no tenía "veleidades" pequeño burguesas, como tener un amante, aquel que hizo los mejores poemas de amor a "su Josefina".
En Noviembre- Diciembre del año 1974, la galería de arte "Multitud" organizó una exposición llamada "Origenes de la Vanguardía Española: 1920-1936", C/ Claudio Coello 17, un lugar mítico del Madrid de aquellos años, con constantes cierres por orden judicial. Daba gusto visitar esa galería, con un poco de suerte te detenía la policía por culto (digo yo) ya que hacían guardia en la puerta.
Pues fue en esa exposición donde puede ver por primera vez unos cuadros de tu paisana, Maruja Mallo. Mas tarde también la pude ver en distintas ocasiones, entrevistada en televisión. Una mujer defensora de la libertad de las mujeres, con un carácter fuerte, y gran personalidad.
Es cierto: el tiempo no le ha hecho justicia.
Un beso, Shandy.
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