Dame el tatuaje que como un incesto
se desangra en tu piel,
cielo y tierra entregados
a lunáticos maridajes,
el primor fililí de puntillas y blondas,
los rasos de esa niebla
que transita en tus muslos,
y con todo ello haré un adorno,
bejuquillo abalorio de cuentas nuevas
ceñido a mi cintura,
a mi vientre de agosto,
a tu impaciente corazón de amante ciega.
2 comentarios:
Acaso la amante ciega se llevó el tintero del poeta,y ya yo tiene tinta para seguir escribiendo?
Por favor,escribe algo.Si no tienes tinta con el ordenador puedes.
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