jueves, 11 de julio de 2013

Efímero

Fue aquella manera de adaptarse a lo efímero
-relación social, cultura, amor, política,
obras hidráulicas o viajes por el cielo-
lo que hoy nos ha convertido en seres eventuales.

Aquella pléyade de sedientos
que cruzaron los viejos arenales
traían una sed de olorosas maderas,
pulsos perfumados,
un bosque talado de recuerdos,
un asilvestrado can,
su frontera de orín
y mi corbata de reo.

Demasiado tristes, o demasiados pocos.
Año 2013. Repítanlo con letras:
dos mil trece,
y piensen si les duele el número
o la frente.


2 comentarios:

HOSTAL MI LOLI dijo...

A mi me duele el alma y la vida. Besos.

Tomás Rivero dijo...

Lola, a estas hora de la noche, te recomiendo un poco de jazz. Y la vida se acomoda al alma.

http://youtu.be/XrgP1u5YWEg