Me he convertido en trámite y tránsito,
voy de aquí para allá
como una carta sin sobre,
desnudo de sellos y remites
me dejan en buzones extraños
que nunca abre nadie.
Me sobran renuncias y a veces
caigo en el desánimo
y sólo el viento
que me lleva y me trae
entiende el papel escrito
que llevo dentro.
Soy un él o soy un tú,
o vivo de ellos o viven de mí.
Y deambulo
como un secreto
ateniéndose a los goznes.
Se abrieron puertas
y los hijos de la noche
y las madres de la luz
se cubrieron de oscuridad
la misma nada ateniéndose al no:
nunca tengo respuestas.
Los que leen en mí
no encuentran palabras.
Soy un papel
que tan sólo dejo
marcadas cicatrices.
2 comentarios:
La perplejidad del hombre que mira el mundo. Demasiadas trabas y rejas
Lo sabemos, Eloy, demasiadas trabas.
Algo así como te comentaba en un correo.
Abrazos.
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