martes, 26 de marzo de 2013

Sacramento

¿De qué carecéis erráticas criaturas
que sólo me enaltezco cuando me miráis?
En vuestro deambular ¿cuál es mi ignorancia?
¿adónde reside el misterio de vuestra mirada?
¿dónde el perdón que me ofrecéis
y del que no soy merecedor?

Poseo la santidad del sueño
y sólo en vosotras me reparo.
Mi despertar de ángel,
mi alimento de almas,
el vaho de las almohadas.

La vez que te vi temblar.

6 comentarios:

HOSTAL MI LOLI dijo...

Este me cuesta entenderlo y lo he leido varias veces, la ultima estrofa me desorienta, pero me gusta. Besos, Tomas.

Tomás Rivero dijo...

"Te veo muy espiritual con este poema." Eso dijiste la primera vez que lo subí, 18 de diciembre de 2011.

Como ves, el poema nos pilla siempre desprevenidos. Son más libre que nosotros.
¿Orienta o desorienta el poema? Creo que ambas cosas. Y en las esquinas nos encontramos.

Besos.


Shandy dijo...

Mistéricas criaturas las que velan y ali(m)entan al poeta. Sí, muy "Espiritual este Cántico".

Besos


HOSTAL MI LOLI dijo...

Sigo manteniendo lo de espiritual y en las esquinas de las camas estan los cuatro angelitos. La ultima estrofa, la del temblor es la que no me cuadra, puede ser de miedo o de placer. Besos.

Tomás Rivero dijo...

Gracias Shandy por la comparación, si comparar se pudiera, con Juan de Yepes Álvarez, pero nunca llegaré a santo, si acaso santo necesario fuera para ser poeta de su altura.

Besos.

Tomás Rivero dijo...

¿Acaso no es miedo y placer sentimientos que a la par duermen?

Besos, Lola.