martes, 5 de julio de 2011

MISTERIO

No ha de tomarse esto como se toma un tren en marcha, dijo ella. Ten calma. Bésame primero. Sigue cariño que ya te quiero. Despacio amor, que yo te dejo. Yo me dejo tocar siempre por ti, pero si quieres penetrar en mis secretos, eso sí, debes tomarme como se toma un tren en marcha.


QUÉ PENA

Qué pena que no me nombres
ahora que empiezo a desaparecer
de los diccionarios
y ya no soy una palabra
sino un milagro que merodea el agua
de los charcos
el agua de lluvia
gota a gota borrándose
de los labios sedientos.


Ahora que va cayendo lenta
la lluvia como un dibujo antiguo
y la oigo levantarse
entre nubes apagándose con la lentitud
de la belleza que tienen todas las criaturas
que van a morir.


Ahora había que lavarse delante del espejo
comprobar que la carne guarda algún despojo
de sueño irrealizable.


Ahora que la lluvia comienza
acabando por desaparecer.