sábado, 11 de enero de 2014

Tiene el mar su mecánica

Tiene el mar su mecánica como el amor sus símbolos.
Con que trajín se alza una cortina roja
o en esta embocadura de escenario vacío
suena un rumor de estatuas, hojas de lirio, alfanjes,
palomas que descienden……..
-Pere Gimferrer-


Yo tengo las manos blandas,
tú escribes en un libro, tomas notas,
recuerdas aquel invierno,
yo chupo las puntas de tus dedos
y te recito versos de un poeta veneciano:
“Qué pureza un desnudo o adolescente muerto
en las inmensas salas del recuerdo en penumbra”.
Las cortinas son cómplices
de esta ausencia de formas
aunque la penumbra señala
con un dedo mortal e impaciente
que todas las sombras van acomodándose
a persianas cortinas visillos entrevistos,
a tu encuentro de carne con placer de otra carne
que a nosotros sorprende
como un cristal opaco
de fisuras azogues berilios y cardúmenes,
porque tiene el mar su ausencia de musas
su grito mudo de sirenas varadas,
y tus ingles un misterio de costumbres
de ceros plenilunios
al borde desafecto de una prenda exacta
que no íntima
guardada en el cajón de la vida
junto a antiguos recuerdos.

Yo leo un diario, tomo notas,
tú lames mis labios
y consultas unas viejas cartas de amor
encerradas todos estos años en un sobre amarillo.