viernes, 29 de mayo de 2015

17 palabras

Tengo sobre la mesa unos 17 libros de poemas.
Diez y siete poetas que hablan del mismo poema
repitiéndose en cada página
golpeando con sus distintas voces
el mismo poema una y otra vez
las mismas palabras sonando eco en el tiempo
y el viento las arrastra
se mezclan los versos entre sí
se prolongan a través de las estaciones
y los años
los une el frío y el calor
los une la soledad y el miedo
los mismos poemas reflejándose
abrazándose entre ellos
desgarrándose en estos diez y siete libros
que tengo sobre la mesa
de 17 autores distintos
gritando
pidiendo amor cada uno de ellos
pidiendo “yo soy” cada uno de ellos
cada uno de esos 17 poetas que también soy yo
ellos solos
los mismos poetas
que entre sí se desconocen.
A veces tan sólo hacen falta
diez y siete palabras
para amar a un hombre.
Cuéntalas ahora.

jueves, 28 de mayo de 2015

Sin título

¿Qué hace la vida por mí
que yo no haga por ella?
¿Dónde nos reunimos esta tarde?
Han pasado los años
y la incertidumbre es mía.
Cuando amabas mi luz
apenas quedaban velas encendidas
en el porche.
Aquella penumbra aún se descuelga
de nuestros hombros,
cae al suelo. Se llena de sombras
la madera muerta del bosque.
Los pájaros la usan para alimentarse.
Nosotros buscamos abrigo en ella.

jueves, 21 de mayo de 2015

Dalias

Si dejas reposar unas manzanas de la lluvia
y te abrazas al aire de unas dalias,
y al pájaro cenital que te sosiega la cintura
lo alimentas con frío...
Si apaciguas con muslos las enaguas
y tus rodillas tiemblan.
Si notas la tierra en tus tobillos...


sábado, 16 de mayo de 2015

Semillas

Si para curar las alas rotas
de nuestra carne
acaso la semilla fuera necesaria
sembraríamos sangre
gota a gota
para tener una cosecha
de cuerpos sin heridas
que removieran la tierra
con alarde de pájaros
y un arado de dedos
buscando bajo la tierra
tu barro y mis plumas.

miércoles, 13 de mayo de 2015

La ciudad se refugia en el hombre

Vago por la ciudad. Entre los labios
de buscar besos llevo un pitillo de niebla
con brújula de oro que enciende mi alma
echa de trojes desvanes y recuerdos amargos
y mis manzanas carnales cuelgan secas
de la noche personal que soporta mis pies
de caminante. Y subo para bajar miro para ver
voy sin rumbo fijo por calles violetas
llenas de rosales grasa y ropa tendida.
La vida también resbala en los adoquines
del hombre. Una puta en el portal
me advierte que estoy en zona hambrienta
sus pechos de hecatombe brillan desnudos
ofreciéndome pasar una noche de luz
si madrugo de sol entre sus muslos.
Arriba la catedral rebosa de pobres.
Con escudillas y gorras prolongan sus brazos
gimiendo por un puñado de monedas.
Pero nada como tus brazos rodeando mi nuca
recuerdo ahora mirando cómo los gatos
maúllan y se aman lentos entre cubos de basura.
En la tasca me ponen un vino tinto peleón
que deja raspaduras de llanto
en mi garganta y recito un poema para adentro
mientras afuera la ciudad se refugia en el hombre.

sábado, 9 de mayo de 2015

Merecido final

Ayer por la tarde, cuando los grillos cantaban
y las nubes recelaban del sol,
apareció colgado por un hilo de esperanza,
de un viejo cerezo
con más de sesenta años de cerezas
a sus espaldas
y ramas cargadas de recuerdos,
un poema.
Cuando descolgaron el cadáver
de papel blanco tamaño DIN-A4,
en uno de sus bolsillos se halló
una nota que decía:
mi existencia no tenía razón de ser,
nadie me leía.
El forense encargado del deceso comentó:
“Nunca me gustaron los poemas optimistas.”

Diario

Después de mil años intentando fotografiar a un grillo CANTANDO, (tienen un oído muy fino) ayer me disfracé de aire y con paciencia de brisa, pillé a este en la puerta de su madriguera, de culo y con los élitros en plena función. Después regué unas tomateras de kumato, mientras silbaba "Palabras para Julia" de Paco Ibañez. Por la noche cené con unos poetas.




Citas desinteresadas

Las manos de Georgia O'Keeffe , John Loengard


miércoles, 6 de mayo de 2015

Resumen de unas palabras talladas en unas tablas de piedra (Más tarde se demostraría que eran falsas)

 I

La babosa que anduvo desnuda y lenta,
arrastrándose toda la noche,
dejó reliquias de semen por la alcoba,
un collar de estrellas en tu piel,
un periplo de natas y rescoldos
de éxodo y saliva.
Su baba lubricó nuestro amor lo suficiente
y amarnos nos fue fácil.
Quédate a mi lado
pídeme que no me vaya.
Te quise como se quiere
cuando se quiere siempre.
Un perdón inútil y un tú lo sabes
no me abandones,
ayúdame en los trámites.
Y un hasta luego
repíteme aquel beso
que quiso ser solemne.
La baba se secó y ya me has olvidado.
La babosa jamás ha vuelto.


II

Fue mucho después de haber amado a la babosa
cuando ella se dio cuenta de que nunca podría recuperar
el sentido blando y lechoso del esperma,
su pegajosa temperatura;
el rastro de baba que dejó el gasterópodo en sus labios
la encadenó a la miga blanca humedecida en leche
y en su memoria no hubo sitio para amantes
aunque fuesen hombres con pene de lombriz.




martes, 5 de mayo de 2015

El incidente ha terminado

"Lilí, ámame... Como se dice: El incidente ha terminado..." 
Vladimir Mayakovsky, Varvara Stepanova, el crítico de arte Osip Beskin
y Lilya Brik Brik en la casa de "Gendrikov Street".
Foto de Alexandr Rodchenko, 1928