De vez en cuando hago una excepción. Hoy.
Página 42 de “El País” de hoy, 7/02/2012: “El emir de Catar se compra un Cézanne por 190 millones de euros (son tantos millones que no sé si debo poner euros con mayúsculas o minúsculas).
Además informa este diario, que esta familia, los Al Thani, tienen cuadros de Warhol, Rothko, etc. En los etc están las ganancias.
Y digo yo. Por decir. Por ser. Por desahogarme. Por entender. Por llevarme bien con mi vida…
Los indignados del 15M están en contra de la violencia. Pero ellos se enteran de estas cosas. Están al día.
El emir de Catar está a favor de la violencia. Lo demuestra comprándose este cuadro de 190 millones de €. Lo que dice el cuadro le importa un rábano. Lo que hace el emir, también le importa un rábano al 15M.
¿Qué es lo que el 15M, y otros grupos aledaños, no sé los 19 millones de obreros de este país, aún no han entendido, a parte de comer sardinas en lata que son muy beneficiosas para follar? ¿Qué?
Ah! La noticia venía en las páginas de cultura del diario. No en las de economía. Cultura.
¿Qué?
Con un nudo en la garganta he tirado, por instinto, hacía un sitio que siempre sé que no me pasa nada, que me ampara, mucho más que el burladero protege al torero del morlaco. Una librería. Y me he metido en la más cálida de Conil, librería “María Zambrano”.
Buenos días, Buenos días. ¿La poesía arriba como siempre? Sí, pero hay poca. No importa, menos poesía tiene el emir de Catar. ¿Cómo dice? Nada, cosas de la prensa.
Subo una escalera de dos tramos y veo una estantería que pone POESÍA, unos 85 cm. de poesía. Seis libros de Pablo Neruda. Uno de Chantal Maillard, diez o doce de autores que se han pagado la edición de su bolsillo. Elijo uno de Jaume Pont, “Vuelo de cenizas”. Pre-textos. 2008. Pago 12 EUROS, con mayúsculas y músculos esdrújulos, y digo a la empleada: Hasta la poesía está cara. Se vende poca. Cómo se entere el emir, arrasa con toda. ¿Cómo dice? Nada, cosas de la prensa. Buenos días. Buenos días.
Y he salido pitando a la playa y se lo he contado al viento de poniente, viento de la mar, frío y húmedo.
En la página 19, de su libro, Jaume Pont dice:
EL LOCO
Tiembla la voz amarga de la urraca
en los zarzales.
Sólo el sueño inmutable o una vida arrogante
con el oro esparcido a los pies del viaducto.
El loco ha muerto.
El alma vuela con el acorde estéril de estorninos.