miércoles, 5 de octubre de 2011

Bellos como delfines

Estaba triste como podía estar muerto
estaba malo o peor sereno
o manchado de sangre como una amapola
el corazón latía pedazo de paz interna
comía a diario
pero aún tenía hambre
limpiamente me deslizaba sobre las aguas
el amor los celos el odio la ira
pero limaba asperezas
y mi alma dormía sobre blando colchón
era yo
y no había motivos de sospecha
ofrecía confianza a los demás.
Qué simple es la intrincada red
que simple salir del laberinto.
Qué triste la indiferencia mortal
de los delfines
creyéndose hombres.




Migratorias

Van llegando como de torres nuevas aves blancas.
De otra emigración vienen.
Vuelven porque al dejarnos encontraron
la mejor forma de llegar
y en la ausencia se recupera el recuerdo
que es la forma de evocar.
Vuelven aves blancas de otra emigración vienen
dándose.


Cold cold ground




Traía el viento un olor a marrones y ocres
verdes colores muriendo
de una tierra apagándose,
abandonada por cuervos y piratas.
Venía un olor a otoño
que yo supe que era una lenta maduración
de campos abandonados
de una tierra solitaria.


Se fueron los árboles azules
de nuestra colina dorada
tapada por la bruma
y no saben regresar.
Suena dentro de mí un acordeón
que trae este viento de otoño.
Y llueve en otro país sobre otra gente
y la lluvia nos iguala.


Yo quería que me buscaras
con tu mirada húmeda.
La eternidad del viento
te trae y te aleja de mí.