martes, 14 de febrero de 2012

Pangea / Doc

La sangre humana contiene la misma proporción
de sal que el agua de mar.
Cuando uno se enamora se liberan olores
que estuvieron dormidos durante años
líquidos y flujos anuncian nuestra predisposición
a someternos
trascendiendo a través del otro
creemos transgredir la vida.
Así me dirijo al hombre,
haciéndome agua junto a la roca donde duerme
voy poco a poco destruyéndome
así inicio el final así nazco para morir luego
así lo soy todo y nada
existo y muero a la vez
soy para dejar de ser
nunca antes tuve rango de espanto
hoy vivo renaciéndome acusándome
mirándome dándome mimos
dedicándome a ser onanista
un mundo pequeño de placeres solitarios
ante mis ojos
el mar es mi lágrima convulsa
itinerante vengo a ti a rogarte
dándome
diciéndome con piedad de risa:
tengo miedo a descubrir qué me hace oculto
clandestino de carne huesos
estos huesos esta carne
la mía
yo
la de nadie.

Realismo socialista (pero menos)

¿no le han amado nunca o casi nunca? y tiene usted
complejo de inferioridad y le duelen los besos ajenos
-Felix Grande-

Hemos quedado a las dos para una asamblea

Tomo la cena ganada en la huelga de hoy.
Fumo rubio tras el café.
Sé que hay que pagar el alquiler de la casa.
Cuento minutos mirando T.V. que me aliena.
Esta noche los huesos me crujen
suenan a cristales rotos
a nostalgia de fractura
y las miradas no son ni románticas
por un lado
ni ensoñador prolegómeno
por otro.
La convivencia conmigo
difícil estado de debate
lo sé. Lo sabes.

La calle es eterna
y por ella paseo saludos como puños
aún quedamos nostálgicos bolcheviques
que en las asambleas se nos hace un nudo
emocionado en la garganta
cuando salimos de la lucha
con un fuerte ánimo de victoria.
Aunque como dice Nicanor Parra:
"sólo una cosa es clara:
que la carne se llena de gusanos".

Me cruzo con cientos de compañeros
y ficho cada día después del trabajo
escondo mi disfraz
en una pequeña taquilla
me estrecha la selva asfáltica
y sueño con panteras de aceitosa piel negra
en un grito metálico que Armstrong
ha convertido en "Royal Garden Blues".

Los días son mazazos descargados sobre los trabajadores
que se irritan en su yo de sincera
y profunda intimidad. Hay un río de despidos
que nunca vamos a cruzar.

¿No ves que esta tortilla no está bien
cuajada
Tomás?